Muy amena y colorida resultó la piñata para celebrar los cuarenta y pico añitos de la tierna Astrid Margarita. La bonita celebración estuvo inspirada en el tierno motivo de los "Power Rangers", el favorito de esta encantadora nenita quien, desde su época de colegiala le encantaba portar estos simpatiquísimos muñequitos, aunque también gustaba de los Thundercats, Mandrake el mago, Periquita, el Oso Yogui y Mazinger Z, que por cierto siempre dejaba olvidado cuando pedía permiso para ir al baño.

La delicadeza y feminidad caracterizaron la decoración del Gran Salón de Fiestas “Chiqui-Town” del Centro Comercial El Sambil y entre cientos de globos de colores en tonos rosado y fucsia, se desarrolló la divertida reunión a la que llegaron las amiguitas y amiguitos de la protagonista de nuestra fiesta de hoy; cuyo tierno rostro cuarenteno estuvo fielmente reproducido en una llamativa foto en su torta de cumpleaños.

Para celebrar el evento Astrid Margarita llevó un primoroso vestido azul turquesa de falda ceñida sin mangas con aplicaciones en torchón. Las zapatillas altas brillantes tipo “black spider” de prestigiosa marca afinaban el atuendo de la feliz cumpleañera.

Durante la grata reunión, los amigos y seres queridos de la apreciada niña, degustaron una gran variedad de esquisiteses, así como un delicioso almuerzo tipo buffet con entradas de salmón, sardinas y tequeños; lagarto sin hueso en salsa de Cerezas y champiñones a la criolla como plato principal; bagre a la parrilla en salsa de eneldo y pollo relleno con salchichas en champaña. Todos comieron hasta “jartarse”. Por supuesto que no podía faltar el mandatorio “güisqui” margariteño.

Grandes y pequeños pasaron una inolvidable velada, especialmente los coleados quienes organizaron hasta altas horas de la madrugada el gran bonche con diversos juegos como la “ere”, “el escondido”, el “beso sin máscaras”, el juego de la botella y demás competencias recreativas, para hacerse finalmente acreedores a los muy ricos "postres" y delicias servidas de manos de las atractivas acompañantes "Escort service" contratadas al efecto.

Al amanecer del siguiente día, la agraciada apagó las cuarenta y picote velitas de su pastel de cumpleaños, mientras todos los invitados le cantaban desafinados, aunque al unísono, las tradicionales “Mañanitas”. Antes de apagar el pastel (mas bien el incendio producto de las sopotocientas velas), Astrid Margarita se apoderó de una pistola nueve milímetros de un ex-petejota borracho invitado a la celebración, y descargó con violenta agitación - por no decir furia- una lluvia de balas certeras sobre la torta. Al novio de la cumpleañera no se le vió la cara en toda la fiesta.

Mil felicidades nenita! ●