¡Qué hermosa y qué encantadora eres, amor mío, con todos tus encantos!




APURE





"Aquel que ya no tiene lazos con la tierra, pierde inmediatamente a sus dioses, es decir, a sus designios"
Feodor Dostoievski



Toda la tarde el aguacero. El río trajinaba su azuloso albedrío y los sapos deleitaban el aroma de charcos y lagunas entre cañaverales. Dulce escenario acuático que invade los sentidos. Un alcaraván y un contingente de grillos anuncia la llegada de la noche. En el hato, a lo lejos, la tonada quebranta el horizonte. El rostro cansado de los hombres refleja la sonoridad en tácita agonía.

Sombras, matorrales espectrales y llamas de kerosén predicen nuevos relatos: “Esa es la Llorona, mi compadre”. Apuntamos toda nuestra atención a la figura subterránea de la infancia, evocación de tiempos antiguos de nocturnas letanías. Peces cristalinos traerían sabor de burbuja a nuestra cena de fogón de topochos maduros y palma de moriche. Al mirarnos descubrimos que la choza permeaba la incesante lluvia y los chinchorros empapados nos hicieron recordar los tiempos cuando acampábamos cercados por la angustia.

El concierto de las gotas de agua sobre los techos de cinc deleitaba todos mis sentidos. El sueño no es posible y creímos precisar el ronronear de algún Cunaguaro sobre los tímpanos, aunque el aire traslucía más bien una rebelión de cocuyos. Lechuzas y araguatos. Seres invisibles extraviados entre las paredes blancas enmohecidas de mi cuarto. Un nudo cerrado de la garganta precipitó la carcajada. Otro chubasco. El desdoblamiento.

Por la mañana, el cristofué da referencia a la cotidiana faena a punto de iniciarse. En pocillo un trago de café amargo y la sonrisa generosa de una india agraciada excitan la vacada y el ordeño. Ella comienza a dar vueltas para ir a refugiarse en el horno que se enciende. La herrada tormentosa de toros y becerros y la monta descalza de potros no deslucen el arcoiris de garzas que orgullosas desfilan la cúpula celeste sin pérdida de tiempo.

Llanura y gabán, esteros y palmera, simbología ancestral del acontecer de la engalanada sabana reverdeciente. Experiencia enriquecida de la vida misma. Consagrados en mí quedaron para siempre la tierra, la casa grande y aquel impetuoso caballo viejo sin riendas.

© Elías Lira - 1993





Aparte de ciega
sorda,
sorda como una tapia
está la niña muda.

María Inés Zaldívar






© Digital by José Ortega. Derechos Reservados




No lo olvides, poeta.
En cualquier sitio y época
en que hagas o en que sufras la Historia,
siempre estará acechándote algún poema peligroso.


Heberto Padilla - Fuera del juego (1968)




A Geisha in the Rain



Swimming in the shallows
The yellow flower and silent lotos
Moonlight slanting through the rain.

Consider the radiance and passion grace of Geisha,
The brightening wave.

I am so dazzled her beauty drinks my eyes
I am so frightened her hands, and small voice ashamed my face.

For so many years:
I keep thinking about the end.


© Elías Lira (2006)


La Quema de Judas


















Vendedor del Mesías
Traidor, pelele
A las doce me queman de nuevo.

Sábado de Gloria
Balcones y terrazas derraman lo viejo
A las doce me queman de nuevo.

Camarilla coquetea la barriada
La larga soga a la espera
A las doce me queman de nuevo.

Sonido de corneta y campana
Reparten miembros como monedas
A las doce me queman de nuevo.

Odiado hombre de trapo y paja
A tiro limpio me pegan fuego
A las doce me queman de nuevo.

Jubilosos de rostro tiznado
La pólvora anuncia la muerte
A las doce me queman de nuevo.

Con escarnio, alegría y evangelio
Cada cuaresma aparezco de nuevo.


Elías Lira –Abril 16, 2006



La Medallita de Oro

En el pequeño cuarto desértico y blanco. Junto a mí una niña de cabello rubio, piel morena y trenzas de hiedra.

La puerta conduce a lo infinito, la muerte, el inminente juicio.

En un acto de amor la niña remueve una cadena de oro con una medallita de su cuello:

"Eres libre de abrir la puerta y entrar a la brillante gloria. La muerte perdió su estampido, no hay más dragones sedientos ni melancolía. Eres portador ahora de la dorada medallita".

Feliz, eco tras eco, voy hacia la puerta haciendo una promesa, derramar mi última lágrima mortal por aquella niña de cabello rubio, piel morena y trenzas de hiedra.



Elías Lira - 2000


LA CHINA



En el barrio, la barra, allí el brazo de la China bordea la nuca de “El Pibe”. El la toma de la mano. Abierto abajo, bailan de pecho en pecho, un paso adelante, otro paso atrás. Farol y empedrado, milonguera triste, primero el pie izquierdo y después el derecho. Cara con cara, inflamada locura, tu silueta entre sentadas y quebradas. Con canción porteña y contraseña, la China es una gacela vestida de guitarra. La cola y las piernas envueltas en red, sus pies deslizando como perlas. Un boleo, una corrida, un amague, el movimiento siempre en contrapié. Giros, arrastre y firulete. Los virtuosos bandoneones no pueden silenciar el deseo y éxtasis. La vida y un Tango por tomarte en flor. China, por una cabeza me robaste hasta el amor.

Elías Lira - 2006



“Del profundo océano en calma salen dos serpientes de inmensas espirales por encima de las olas levantan su cresta y su pecho mientras el resto de su cuerpo se desarrolla a flor de agua.

Una de ellas ahora me aprisiona en medio de dos vueltas y me oprime con el doble anillo de su amor y yo intento romper su nudo”

(Ulises a Martina en Son de Mar)


Elías Lira - Entrevista a sí mismo


¿Tu concepción de la poesía?

- Porque vivimos en constante y eterna transformación la poesía es un acontecimiento progresivo, avasallante y continuo, el presente es perpetuo y la poesía trata de encontrar en cada instante una acción cargada de determinación. Es así como me proyecto. Pero el concepto de la poesía, su sustancia básica, se asocia e impregna con la porción de vida que nos toca vivir, la cual es efímera; es decir, para el futuro mismo, no existe porvenir. Desde el nacimiento y desde antes, ya estamos muriendo. Hoy no soy nada de lo que soy ahora mismo. Luego la reflexión sobre la dimensión de la poesía es que nuestra condición merma la vida haciéndola excitante, sugestiva y escandalosa.

¿Está la creatividad sometida al imperio tiempo-espacio?

- Marcamos huellas, sonidos en el tiempo y aunque el tiempo no se integra a nosotros, nosotros no podemos integrarnos al tiempo. Jorge Luis Borges aclaró que “Para un verdadero poeta, cada momento de la vida, cada hecho, debería ser poético, ya que profundamente lo es”. La vida es perdurable. El tiempo de vida de la creación no cesa, los que pasamos somos nosotros y lo único que nos pertenece es nuestra poesía. Para mí, la creatividad es una transformación de la vida en la palabra. Esta palabra me conduce a diferenciar lo visible de lo invisible, lo real de lo imaginario. Existe un universo invisible más extenso, inmenso e infinito que el mundo perceptible de los sentidos.

¿Cómo la poesía puede adentrarse a lo invisible?

- La imaginación es un instrumento para suponer aquello. Nos alineamos a lo físico a través de nuestros sentidos y nuestro intelecto, pero con ellos nunca nos proyectamos fuera de él. La poesía me ha permitido interiorizar ese mundo mágico. La poesía pretende convertirse siempre en instrumento permanente de cambio, sin embargo nada es tan admirable como una larga memoria y la habilidad de ascender a lo sublime de lo incorpóreo y oculto. La poesía es una nave sideral orbitando mundos. Un encuentro entre lo posible y lo imposible.

Se nota la presencia de la mujer como detonante fundamental. ¿Visible o invisible?

- La mujer es esencia del mundo visible. Por eso mi poesía sobre la mujer es telúrica. Mi proyección es muy sencilla: la mujer debe ser seducida y amada, de este modo se pueden trazar matices que se salgan de la abstracción y concreten lo vivido. Hay imágenes que surgen precisamente posicionándose en contra de lo se considera inerte, imperfecto, abstracto o ciego. La mujer es belleza, elemento sensorial sin limite. Admiro en ella su amor a la vida, su diario acontecer, su pasión inteligente, sus emociones instruidas y su intuición para lo imperceptible. Soy capaz de revolver, una y mil veces con paciente ansiedad, tal rompecabezas. En el escenario personal busco la posibilidad de adentrarme en su soledad aceptada y su plenitud. Amar una mujer es una experiencia de libertad maravillosa.

Para finalizar, acláranos, ¿y la vida?

- Es eso.




“BERESHIT”

El libro que te di
Es como un barco antiguo
Es un patriarca con miles de años y recuerdos.

De solubles silencios y áspera tristeza
De añejadas líneas
De agonía siempre desierta.

Bandada de pájaros no lo pueden ocultar
Sus palabras trazan cenizas en el alma.

En un extremo de su rostro un nombre, y lo busco
En su primera página, un verso: “Bereshít”

Elías Lira - 2004



ROOM 13
© Digital by Christian Musselman
Frente a mí de nuevo el momento.
Ansiado. Único. Eterno.

Y cuando te mire, ¿avivará el recuerdo?

Y cuando escuches mi voz, ¿ansiarás el perfume de recorrerte en silencio?

Y cuando te toque, ¿madurará tu piel como el fruto del almendro?

Si estás conmigo, yo te lo prometo.

Elías Lira - Primavera 2005




Te Odio y te Amo


Odio el aire,
el viento que mueve tus cabellos,
odio las calles por las que caminas.

Odio la distancia, tu aroma, el ron que tomas
la nostalgia, la vida, las circunstancias
los idiomas que hablas, las cosas que dices.

Odio la comida que comes
Los zapatos que te pones
La falda que te ajusta
El sostén que te sostiene
Cada carro que usas
Cada circunstancia y nostalgia
o la música que escuchas.

Te odio, te odio un poquito.
Si te odio significa que en el fondo te amo
y si te amo, te necesito,
y si te necesito eres mía,
si eres mía, no hay nada más que hablar.


(Adaptación al poema de José Castillejos)


Carissima in Deliciis

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