Son recurrentes los demonios individuales que nos dicen, no sueñes, no aspires, pero para mí, correr tras el sueño de un mundo mejor no alberga otra posibilidad que la de imaginar un lugar hermoso. Ciertamente las cuestiones conexas con la vida misma nunca extinguen. Por ello, intuyo que hay que poner en práctica el sentido común y comenzar por sonreír al levantarnos, aprender a respirar profundo, tener un gesto amable con el prójimo, enamorar a nuestros hijos a la lectura, enseñarles a ser piadosos, honestos, bondadosos, tiernos y consecuentes. Ofrecería todo mi concurso para hacer comprender estas verdades que se tienen por delante. Tenemos que proponernos a erradicar ese enemigo que todos llevamos dentro, que consume nuestras energías, acaba con nuestros sueños y cercena nuestro futuro.
Elías Lira