¡Qué hermosa y qué encantadora eres, amor mío, con todos tus encantos!



Happy Feet


E-mail this post



Remember me (?)



All personal information that you provide here will be governed by the Privacy Policy of Blogger.com. More...



La casa fría como siempre. No fui a trabajar, ni ayer tampoco. Hemos estado juntos por veinte años, pero nos separamos y heme aquí. Aquella noche de insomnio fue la peor de todas. Una gradual apatía por la vida se va apoderando progresivamente. Hay momentos de mí que no reconozco.

Confieso que me fascinan las creaturas antárticas, cómo viven, qué comen, lo interesantes que son. Antes era una experta en foxtrots, hoy quiero bailar rap/hip-hop y tararear esa hermosa melodía que canta Ricardo Arjona. Sospecho no obstante, el terrible cambio. Antes me vestía casi impecablemente, ahora me veo en la calle desarreglada portando si acaso una oscura y pesada capa. Creo que mi voz sigue siendo la misma, pero noto que mi piel está ligeramente resquebrajada, un buen humectante de jojoba y aceite de coco solucionará el problema.

A él, no le permito por ahora profanar mi cuerpo. Sé que me anhela. Pero, ¿se habrá dado cuenta que cada mañana mi habitación muestra rastros innegables de un olor metálico? El frigorífero, el piso y el pantry permanecen abarrotados de esos enlatados vacíos marca “chicken of the sea”. Pero no me gusta el mar y siempre miré con mucho recelo los grandes espacios de agua, está claro que los que me critican no lo saben. En verdad la gente habla mucha pendejadas, deberían mirar todos los días el Animal Planet.

“Últimamente, se le ve bailando alrededor de la piscina con los brazos hacia bajo emitiendo sonidos” le dicen a mi marido. "Debe llevarla pronto al médico" señalan. Yo, pensando en las cosas, no sé que responder. No sé encontrar las palabras apropiadas para expresar mis nuevos sentimientos. Quizás intuyan que estoy nuevamente encinta. Soy yo quien vive en esta casa tan grande y fría. Que hambre tengo! Atravesaré los amplios pasillos y doblaré entre los cristales llenos de luz. Quiero disfrutar el reflejo de los ricos azulejos en movimiento ondulante. Me imagino la cara de asombro que va a poner cuando me vea. Se apartará y siguirá haciendo sus graciosas maromas, lo tomaré y notaré la belleza que siempre desprende. En su cabecita plateada quedarán grabadas mis dulces palabras para siempre: -- No te asustes, te trago pero no te devoro dulce pescadito --.

© Aron Gia - 16 Abril 2007


Carissima in Deliciis

  • O. Elias Lira
  • Perfil

Pluma y Tintero

Fichero

Amigos Invisibles