ROJO ORO CELESTE
Hasta las banderas en una tarde soporífera. Ambiente y colorido en barreras. Hermosamente de celeste y oro ceñido. Después de las verónicas el tercio de varas. Avanzó el piquero de tanda. La vistosa intervención con el capote, en quites y lances y tres pases por alto aperturaron la lidia. El elegante molinete. También de rodillas y, finalmente, el primoroso engaño.
Embestida con mucho trapío y clase. Ovación cerrada. La música a entonar entre pasodobles, en el tendido la bota de vino a rodar. Trincherillas, pases adornados. Entre muletazos aparece el filoso acero. Con precisión nerviosa midió el espacio de la estocada. Los subalternos observaban. Certero y profundo en la hirviente arena la sangre derramada. Silencio en el festejo. Uno de nombre "Bermejo" cegó la vida de otro valiente de España.